La decoración de cocinas busca un equilibrio entre lo funcional y lo estético para crear un espacio que sea práctico y a la vez acogedor. La distribución del mobiliario y los electrodomésticos se realiza de forma ergonómica, priorizando la eficiencia. Se utilizan materiales duraderos y elegantes como la madera, el acero inoxidable y la piedra. La paleta de colores puede variar, desde tonos neutros para lograr un estilo minimalista, hasta colores vibrantes que aporten personalidad. La iluminación es un elemento clave y combina luz general con puntos focales en las áreas de trabajo. Los detalles como utensilios a la vista, plantas aromáticas y accesorios decorativos completan el diseño, transformando la cocina en un espacio funcional y estéticamente agradable.